Revista Digital

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enero – abril 2022

Reseña del libro Rutas gastronómicas de México, del periodista Mariano Dueñas Flores

1 Jefa de Departamento de Fototeca del Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero de la Secretaría de Cultura. Contacto: cvelez@cultura.gob.mx

Mariano Dueñas Flores 2 2 Ibid, p. 139

Mariano Dueñas nació en la Ciudad de México. Su incursión en el periodismo comenzó al escribir notas sobre arte para diversos periódicos y revistas, hasta su ingreso en la revista Continente, donde llegó a ser el jefe de redacción y, posteriormente, subdirector. Más tarde llegó a ser jefe de redacción de la revista Social, en la que trabajó por espacio de 18 años y en donde estuvo a cargo de los reportajes sobre las grandes residencias de México y temas gastronómicos. Tiempo después fue director de las revistas La buena cocina, Mundo social, y se hizo cargo del suplemento de gastronomía de la revista Premier. Al mismo tiempo, Dueñas se dedicó a coleccionar recetas antiguas de cocina, muchas de ellas provenían de su propia familia, al igual que libros sobre gastronomía, por lo que llegó a conformar una gran colección. 3 3 Revista Ferronales, t. XXXVI, No 6, junio de 1965, P. 138

Gracias al interés que tenía por este tema, fue invitado a formar parte de varios programas de televisión y se dedicó a viajar para recopilar recetas de cocina de diferentes regiones del país.

4 4 Idem.

En cuanto a sus publicaciones, realizó otro libro denominado Salsas mexicanas, editado por Josefina Velázquez de León en 1966.

La revista Ferronales publicó por entregas el libro Rutas Gastronómicas de México durante los meses de junio, agosto, septiembre y octubre de 1965, y los meses de enero y abril de 1966. El objetivo en esta publicación fue realizar recorridos por diez rutas ferroviarias y describir lo que viera a su paso durante el viaje. Estas rutas fueron: Ciudad de México-Uruapan, Ciudad de México-Puebla, Puebla-Oaxaca, Ciudad de México-Veracruz, Veracruz-Tapachula, Ciudad de México-Aguascalientes, Ciudad de México-San Luis Potosí, San Luis Potosí-Tampico, Ciudad de México-Guanajuato, Ciudad de México-Guadalajara.  El resultado fue más allá de la simple descripción, con un lenguaje un tanto rebuscado y en algunas partes hasta poético, logró plasmar sus experiencias a lo largo de los distintos viajes, sus descubrimientos gastronómicos, así como las recetas recabadas en diferentes regiones del país, con la finalidad de trasmitirlas a las lectoras de la revista Ferronales.

¿Cuál es la importancia que tiene esta publicación? Considero que hay dos aspectos fundamentales que debemos rescatar. Por una parte, los reportajes se convirtieron en bitácoras de viaje que permiten ubicar aquellos lugares de nuestro país en donde se encuentran “esas joyas culinarias que desde todos los puntos de la República llegan a la Capital… Pero también… Aquellos platillos –guisos inmarcesibles–, que no alcanzan a llegar hasta nosotros, permaneciendo en sus lares. Aquellos que se arremolinan en la provincia y que, vírgenes de caminos, medran sólo en pueblos y rancherías, mercados y plazas…”.

5 5 Ibid., p. 139.

El lector no debe perder de vista que estos reportajes fueron escritos antes de que nuestro país entrara de lleno a la globalización.

Adicionado a esto, los reportajes cobran relevancia porque se convirtieron en relatos de viaje por tren, en los que el autor va describiendo todo lo que se vende en cuestión de alimentos en algunas estaciones ferroviarias, ya sea comida preparada, bebidas, frutas, dulces, entre otras cosas más, incorporando siempre comentarios hacia el sabor de la comida y la sazón de las vendedoras, al grado de que, si le gustaba en demasía el guisado, le pedía la receta. Por ello, estos reportajes son de incalculable valor, porque sin proponérselo, Mariano Dueñas recuperó con su pluma esa parte de la cultura intangible que se creó con la llegada del ferrocarril a nuestro país, todo lo que se generó ante el paso del tren por las estaciones, en este caso en específico por la venta de productos y alimentos. Ahora que los trenes de pasajeros ya no corren por las vías de este país, todo lo descrito por el autor se convierte en recuerdos y añoranzas, sobre todo para aquellos que viajamos por ferrocarril.

Revista Ferronales, t. XXXVI, Número 6, junio de 1965, p. 141.